Los sartenes de hierro fundido son una joya en la cocina, capaces de brindar sabores únicos y cocinar de manera uniforme. Sin embargo, para disfrutar de sus beneficios durante años, es esencial brindarles el cuidado adecuado. Aquí te presentamos algunos consejos para mantener tu sartén de hierro fundido en óptimas condiciones:
Temporizado y precalentado: A diferencia de otros sartenes, el hierro fundido requiere un precalentamiento gradual. Asegúrate de calentar la sartén a fuego medio antes de aumentar la temperatura.
Usa utensilios adecuados: Evita raspar o cortar en el interior de la sartén con utensilios metálicos, ya que podrías dañar la superficie antiadherente natural. Opta por espátulas de madera, silicona o nylon.
Limpieza suave: Después de cocinar, enfría la sartén antes de limpiarla. Evita el uso de jabones fuertes o detergentes, en su lugar, utiliza agua caliente y una esponja suave para eliminar los restos de comida.
Secado y almacenamiento adecuado: Una vez limpia, seca la sartén completamente con un paño o toalla de papel. Nunca la dejes mojada o en remojo, ya que esto podría generar óxido.
Manténla sazonada: La “sazón” es una capa de aceite que se forma en la superficie de la sartén con el tiempo y el uso. Para mantenerla, aplica una fina capa de aceite vegetal después de cada lavado.
Evita cambios bruscos de temperatura: No coloques una sartén caliente directamente bajo el agua fría, ya que esto puede dañar su superficie.
Siguiendo estos consejos, tu sartén de hierro fundido se convertirá en un fiel compañero de cocina que pasará de generación en generación, brindando sabores excepcionales en cada plato. ¡Disfruta cocinando con amor y tradición!